A pesar de encontrarnos a finales de verano, todavía es viable ir a la playa y darse un chapuzón. Las temperaturas son agradables y el agua está tibia. Es muy agradable nadar sin encontrarse con las aglomeraciones de los meses de julio y agosto y todavía están los chicos de la cruz roja por si surge alguna emergencia. Como dice mi amigo Diego, " tenemos un paraíso y debemos aprovecharlo". Diego es un profesor de secundaria que conocí en la playa y que es un asiduo del mar, lo cual demuestra bien haciendo ejercicio nadando 4 kilómetros diarios, que en tiempo se traduce en 2 horas aproximadamente. Como buen cáncer que es, y a sus 57 años, le encanta la natación y está pensando en hacerse la travesía que separa Cangas del puerto deportivo de Vigo. Diego, si puedes leer este post, quiero decirte que te admiro por ser tan constante en lo que haces. ¡Ojalá que te dejen participar en la travesía de las Cíes!, ¡ánimo!.
1 comentario:
Pues yo ya tenía ganas de que lloviese un poco!
Tanto sol, tanto luz, tanto calor me empezaba a irritar!
Abrazos y Mª Luz arriba con este blog!
Publicar un comentario