Otro año que ha llegado a su fin y uno nuevo que empieza. Esperemos que el nuevo sea mejor que su predecesor y que venga lleno de oportunidades para todos...
Esta vez tampoco me ha tocado nada en la lotería de navidad... pero era lógico teniendo en cuenta que no había jugado. Perdí la fe por completo en el azar ya hace mucho tiempo. Desperdiciar un euro en la primitiva no te duele, pero 20 euros ya son palabras mayores y no es un buen momento para despilfarrar...
Aún así, y a pesar de que ya son "taitantos" los años que tengo, todavía me sorprendo a mí misma formulando deseos como cada año, como algo inconsciente que nuestro cerebro hace con el cambio de dígito. Que digo yo que será como una especie de "sincronía electrónica" que realizamos con otras mentes y que nos hace sentirnos unidos a los demás con esa ilusión, casi infantil, de creer que en el futuro alcanzaremos todas nuestras expectativas, deseos, anhelos...
Y para que se cumplan todos nuestros sueños: Armonicemos entonces nuestras voces, levantemos nuestras copas y al compás de los brindis deseémonos mutuamente
¡Feliz año nuevo!
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